lunes, 26 de octubre de 2009

"Cuando quieres una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla"


... Finalmente apareció una moza que no estaba vestida de negro. Traía un cántaro en el hombro, y la cabeza cubierta con un velo, pero tenía el rostro descubierto. El muchacho se aproximó para preguntarle sobre el Alquimista.
Entonces fue como si el tiempo se parase y el Alma del Mundo surgiese con toda su fuerza ante él. Cuando vio sus ojos negros, sus labios indecisos entre una sonrisa y el silencio, él entendió la parte más importante y más sabia del Lenguaje que todo el mundo hablaba y que todas las personas de la tierra eran capaces de entender en sus corazones. Y esto se llamaba Amor, algo más antiguo que los hombres y que el propio desierto, y que sin embargo resurgía siempre con la misma fuerza doquiera que dos pares de ojos se cruzaran como se cruzaron aquellos dos pares de ojos delante de un pozo. Los labios finalmente decidieron ofrecer una sonrisa, y aquello era una señal, la señal que él esperó sin saberlo durante tanto tiempo en su vida, que había buscado en las ovejas y en los libros, en los cristales y en el silencio del desierto.
Allí estaba el puro Lenguaje del Mundo, sin explicaciones, porque el Universo no necesitaba explicaciones para continuar su camino en el espacio sin fin. Todo lo que el muchacho entendía en aquel momento era que estaba delante de la mujer de su vida, y sin ninguna necesidad de palabras, ella debía saberlo también. Estaba más seguro de esto que de cualquier cosa en el mundo, aunque sus padres y los padres de sus padres dijeran que era necesario salir, simpatizar, prometerse, conocer bien a la persona y tener dinero antes de casarse. Los que decían esto quizás jamás hubiesen conocido el lenguaje universal, porque cuando nos sumergimos en él es fácil entender que siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, sea en medio del desierto, sea en una gran ciudad. Y cuando estas personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro pierde completamente su importancia, y sólo existe aquel momento y aquella certeza increíble de que todas las cosas debajo del sol fueron escritas por la misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo un alma gemela para cada persona que trabaja, descansa y busca tesoros debajo del sol. Porque sin esto no habría ningún sentido para los sueños de la raza humana.
"Maktub", pensó el muchacho...


Este fragmento pertenece al libro "El Alquimista" de Paulo Coelho y describe perfectamente bien lo que significa el amor a primera vista, según mi forma de ver la vida. Y es que este escritor es uno de mis favoritos y por ello no me canso de leer y leer, pues me siento plenamente identificada con lo que escribe. Para quien no haya leído este libro, lo recomiendo 100%.

Y recuerden... "Cuando quieres una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla"


Besos!

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